Sulfuro de hidrógeno en la industria del petróleo y el gas.
Sulfuro de hidrógeno en la industria del petróleo y el gas.
Entre 2011 y 2017, el sulfuro de hidrógeno fue la segunda causa principal de muertes por inhalación en los Estados Unidos. Es altamente tóxico si se inhala y puede tener efectos graves en la salud. El sulfuro de hidrógeno es un 19% más pesado que el aire y se acumula en zonas bajas y espacios confinados. Es altamente inflamable y puede encenderse espontáneamente a altas temperaturas, provocando una explosión.
La toxicidad y la naturaleza explosiva de la acumulación de sulfuro de hidrógeno significan que es necesario protegerse activamente contra ella. El sulfuro de hidrógeno en la industria del petróleo y el gas puede causar enfermedades generalizadas, muerte y daños a la propiedad si no se trata con prontitud.
Formación de sulfuro de hidrógeno
El sulfuro de hidrógeno (H2S) es un gas extremadamente peligroso que huele a huevos podridos y es incoloro, inflamable y soluble en agua. Se produce naturalmente como petróleo crudo y gas natural. El H2S también es un subproducto de la descomposición de la materia orgánica y los desechos humanos (por ejemplo, aguas residuales).
Es más pesado que el aire y puede acumularse en áreas bajas, cerradas y mal ventiladas, como sótanos, alcantarillas, líneas de alcantarillado y bóvedas subterráneas para teléfonos y electricidad. En niveles bajos, se puede detectar el H2S únicamente por su olor. Sin embargo, con una exposición continua a niveles bajos, se pierde la capacidad de oler el gas aunque todavía esté presente.
En concentraciones altas, puedes perder la capacidad de oler el gas al instante. Por eso al H2S se le conoce como "El asesino silencioso". Es necesario ser proactivo en el control del sulfuro de hidrógeno en las operaciones de petróleo y gas.